miércoles, 17 de febrero de 2010


Una noche especial, diferente a las demás. Una noche que por fin mi sueño se hacia realidad, que por fin, pude llegar a mi meta. Levanté la copa y brindé, cerré los ojos y su rostro estaba ahí acompañándome. Pedí un deseo, una lágrima calló por mi mejilla.
Todo es imposible, siempre nos rendimos. Tenemos que comenzar a mirar las cosas de un lado diferente, pensar que tal vez es difícil pero no es algo inalcanzable. Tal vez, está más cerca de lo que imaginamos.

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